En el marco del cambio regulatorio de la superintendencia de educación parvularia, se solicita a RADAR realizar -a partir de una vivienda existente- la habilitación y la ampliación para un jardín infantil y sala cuna.

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La premisa sigue la línea de nuestras declaraciones como arquitectura; y si bien durante el proceso de diseño se sufren modificaciones relacionadas a la reducción de presupuesto por parte del mandante (mutando en forma y en algunos materiales), logra mantener su ancla básica: ser un artefacto para la educación.
 

En la edificación de ampliación, se presentan espacios amplios e iluminados naturalmente, con evidente intensión en la textura de sus superficies interiores (madera), contrastando con sus exteriores coloridos (zinc).

Por otra parte, en la edificación de re-habilitación, se ponen en valor elementos existentes de la vivienda original (como un muro de piedra a la vista), y a su vez se recuperan espacios perdidos (como el patio de luz, cubierto por arrendatarios anteriores, que el proyecto recupera y exhibe). 

 

Estar afuera pero adentro sin tener que recurrir a la necesidad de ampliar vanos para dejar entrar el exterior, el material y sus texturas al alcance de los niños, mobiliarios diseñados para la interacción y estimulación en la primera infancia; pequeños guiños para lograr que el interior cálido, contenido e interactivo sirviera de soporte para la educación.

Atendiendo a la creatividad (en casos excesiva) de las parvularias en torno al material didáctico, más que estar en contra del montaje éste en las paredes de la edificación, buscamos estar al servicio de que suceda, limpiando muros y predisponiendo espacios para que los tutores y los niños interactúen con el edificio.

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El proyecto además se alinea con la normativa actualizada de Accesibilidad Universal en todos sus espacios pedagógicos.